Espejo, Cap. 21

Espejo, Cap. 21

En la Tierra...

Penny fue al encuentro de Fionna y le preguntó si lo había solucionado. Fionna estuvo a punto de contarle que habían cortado, pero creyó que lo mejor sería no decirle a nadie que habían cortado; así que le dijo  "sí, todo solucionado!" con una sonrisa falsa. Penny sonrió y la llevo hasta las otras chicas. Christine y Natasha estaban murmurando algo entre risas, mientras miraban de reojo a Fionna. Lucy estaba escribiendo algo en su BlackBerry morada, y sin dejar de mirar a la pantalla le preguntó a Fionna:
-Entonces... ¿Qué cuentas? -Fionna se la miró extrañada.-
-Nada (?) -Lucy dejó de teclear, y mirándola directamente a los ojos le dijo-
-No, respuesta super-equivocada. Cuéntamelo, osea, con todos los detalles tía! -Fionna iba a responder algo cuando Natasha comentó entre risas burlonas-
-No creo que quieras saber todos los detalles... -Todas se echaron a reír, incluida Penny. Eso le dolió un poco a Fionna, que no entendía a que venía eso. Cuando Lucy paró de reír, exclamó-
-Tía, ¿en el armario del conserje?, ¡¿En serio?! ¡Pero qué super fuerte! -Y empezó a teclear violentamente su pobre móvil. Fionna ya estaba mosqueada, y le preguntó a Penny a que se refería Lucy. Penny simplemente se rió por debajo de la nariz y le quitó importancia al asunto con un-
-Nada... nada... Que somos todas unas mal-pensadas...
Poco después sonó el timbre y todo el mundo volvió a sus respectivas clases. Durante todo el día, Fionna notó las miradas de todo el mundo, mientras se reían a sus espaldas. Ella aguantó el resto de las clases, y cuando Penny le dijo que la iba a llevar a casa, contestó que ese día prefería ir andando. Penny supuso que se había enfadado con ella por haber reído de la broma de Natasha, pero no había podido evitarlo. Insistió un poco más, pero Fionna era tozuda como una mula, y Penny acabó yéndose sin ella. Pero de camino a su casa, pasando por una calle oscura y estrecha, vio a unos cinco hombres acorralando contra una pared a una chica asustada. Fionna se fijó un poco más y vio que dos de ellos llevaban navajas. Entonces la vena justiciera de Fi actuó y gritó:
-¡EH! ¡VOSOTROS! ¡DEJADLA EN PAZ! -Los matones se giraron y, al ver quien había gritado, se rieron un poco, y la ignoraron. Fionna, claramente ofendida y con rabia en la voz, se acercó gritando.- ¡METEOS CON ALGUIEN DE VUESTRO TAMAÑO SI TENEIS VALOR! -El que parecía el líder, hizo una señal a dos de ellos. Esos cogieron a la chica de los brazos, mientras ella forcejeaba inútilmente. El líder se acercó a Fionna con los otros dos, eran como mínimo dos cabezas más altos que ella, y mirando con descaro su escote, dijo con picardía-
-¿Con qué es cuestión de tamaño, huh? -El hombre le puso su mano en el hombro, la miró a los ojos y añadió- Puedes unirte a la diversión, si quieres... -Fionna inspiró profundamente con cara de asco y dijo-
-No. Me. Toques. -El líder empezó a bajarle la manga mientras susurraba.-
-¿O qué? -Fionna lo miró a los ojos desafiante, y cogiéndole con fuerza la muñeca, dijo-
-Esto. -Y le hizo una llave de judo, dejándolo fuera de combate en el pavimento y le cogió la navaja. Los demás se asustaron un poco, pero aún así uno de ellos comentó-
-Cuidado nena, te puedes hacer daño. -Fionna los miró, y empezó a hacer girar la navaja en su mano, la tiró al aire y la cogió por la espalda con su otra mano. Luego se puso en posición de ataque y dijo con una sonrisa desafiante.-
-Creo que yo no seré la que se haga daño. -Al ver eso, los cuatro matones restantes salieron por patas, dejando a Fionna sorprendida con la cobardía que acababan de mostrar. Cuando vio que se había quedado sola menos por la chica, que los matones habían tirado al huir,  y el líder de los "matones", inconsciente en el suelo, exclamó- ¡¡Jope!! ¡¡Yo quería luchar un poco!! -Fionna suspiro y se acercó a la chica.- ¿Estas bien? -Preguntó tendiéndole la mano. Esa chica, completamente asombrada, aceptó la ayuda y se levantó.-
-S-sí... -Dijo.-
-Me alegro. Permíteme darte un consejo: -Fionna le tendió la navaja cerrada.- No vayas por callejones así sin un arma. Puede ser peligroso. -La chica cogió la navaja temblorosamente. Fionna le sonrió, deslumbrante, y se fue. Dejando a la chica con la boca abierta.-
Fionna llegó sana y salva a casa, se preparó algo de cenar, y le puso algo de comida a Cake mientras le comentaba lo poco que había luchado y lo cobardes que habían sido esos hombres. También le comentó que le dolía que Marshall Lee la ignorara de esa forma. Entonces lo vio claro. Tenía que encontrar la forma de volver a ser su amiga. Pero no sabia como. Llegó a la conclusión que ya encontraría la oportunidad de volver a hablar con él.

La mañana del día siguiente transcurrió con normalidad. Ignoraba un poco a sus "amigas" animadoras, aún dolida por la broma invisible del día anterior. Penny seguía guiándola un poco en lo que tenía que hacer para hacerse pasar por la otra Fionna, pero ella solo le hacía caso vagamente. Sentía que no iba a poder fingir mucho más. Cada vez notaba más los pequeños abusos que sucedían en los pasillos, en las clases, durante el descanso... Pero lo que no pudo soportar, fue ver que unos alumnos de cuarto curso se estaban metiendo con un alumno indefenso de primer curso en el comedor. Le estaban robando la comida y empujándolo. Fionna le dijo a Penny que lo sentía y, antes de que Penny pudiera preguntarle porqué, Fionna ya estaba dirigiéndose a la mesa donde estaba ocurriendo la acción. Cuando los alumnos de cuarto curso vieron que la capitana de las animadoras se dirigía hacia ellos, uno cogió el plato de espaguetis que estaban robando al pringado y dijo mientras los demás se reían:
-¿Quieres un poco? -Fionna sonrió, cogió un puñado con la mano, cosa que extrañó a los demás, y se los estampó en la cara.-
-Yo no tengo hambre, pero parece que tu tienes mucha ya que le quitas la comida a otros. -Cogió el plato del abusón y se lo dio al pringado con una sonrisa sincera.- Toma, aquí tienes tu comida.-
-Gracias... -Contestó el pringado convencido que era la cosa más extraña que le había pasado en la vida, ¡la chica más popular del instituto lo acababa de defender! Iba a irse cuando vio que el abusón que ahora tenía la cara llena de espaguetis, estaba cogiendo un puñado más, dispuesto a tirárselos a Fionna.- ¡Cuidado! -Ella intuyó lo que iba a pasar y agachó al chico a la vez que ella esquivaba el "proyectil". Pero el chico de la mesa de atrás no tuvo tanta suerte, le dio de lleno en la nuca. El que se sentaba al lado lo miró, y exclamó entusiasmado-
-¡¡GUERRA DE COMIDA!!